...Después de un mes de búsqueda incansable, parece que hemos encontrado piso. Íbamos a irnos hoy de pedo para celebrarlo, pero se ha tenido que postponer para mañana, debido al agotamiento acumulado.
Lo del piso ha sido una odisea...De hecho, éste lo hemos conseguido de una manera un tanto enrevesada. Vimos un anuncio en un periódico, llamamos, y concertamos una cita para ver el piso (el/la brasileño/a que lo enseñaba hablaba español, así que mejor que mejor). Pero una vez que conseguimos la cita, la rechazamos porque estaba en Amsterdam Norte, y nos parecía muy lejos. Eso fue la semana pasada. Luego anteayer, como estabamos al borde de la desesperación, volvimos a llamar el/la brasileño/a, pero eso sí, haciéndonos pasar por personas distintas (habló Itziar por teléfono, y no yo). Total, que quedamos con el/la brasileño/a. Por fin desvelamos la incógnita. No era un esquimal, era un hombre brasileño de unos treinta y tantos. Bastante plumífero, eso sí. (Cómo no). Él nos condujo a la casa, que nos encantó, y que decidimos quedarnos. En conclusión, que somos unos penas, unos desgraciadicos, unos mangarranes y unos tontolabas...Pero eso no es novedad, ¿cierto?
Y añado a continuación las frases celebérrimas de las últimas semanas: